El 17 de enero de 1995 un terremoto sacudió la ciudad de Kobe dejando a más de 6,500 muertos. Actualmente la ciudad luce modernos edificios, segundos y terceros pisos. Este lugar guarda como una cicatriz la agresión del desastre natural ante la fuerza del hombre y a su vez se convierte en un recordatorio de nuestra vulnerabilidad.
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